22 August 2008

About the Spaniards civil servants manners

A letter from Barcelone. "El Mundo" paper, 1996.
Cartas Barcelona

El fiasco de las pensiones y las mentiras de González

Sr. Director:

En mayo de 1989, estando enferma, en paro desde 1986 y sin subsidio ni medios para subsistir, solicité una prestación para mayores de 52 años al INEM. Paralelamente, solicité al INSS pensión por invalidez.

Lo que se me exigía en aquel momento para ambas prestaciones era haber cotizado un mínimo de 15 años a lo largo de mi vida laboral, requisito que cumplía al haber trabajado en España, Inglaterra y Alemania.

Pasados varios meses, el INEM me comunicó que no reunía los requisitos exigidos, y me recomiendó que me buscara un abogado, ya que iría por el Tribunal de lo Social. El INSS, lo mismo, me hizo pasar por juicio en el mismo Tribunal.

Sin dar explicaciones, actuaron contundentemente en mi contra. Luché a brazo partido personándome cada dos semanas en ambas entidades.

Finalmente, gané el juicio y se me otorgó la paga para mayores de 52 años. Al mismo tiempo, se me hizo pasar por tres tribunales médicos para certificar mi invalidez. Me concedieron ambas pagas por ley, con opción a aceptar una de ellas. Dado que la de mayores de 52 era de 37.000 pesetas y la invalidez, de 10.000, opté por la primera. También se me notificó que a los 60 obtendría la jubilación.

Empecé a cobrar la prestación, pero pasado un tiempo me la suspendieron sin previo aviso, y me ingresaron la de invalidez. Rechacé esta paga para reclamar la que había solicitado. Resultado: no cobro ni la una ni la otra.

A partir de entonces, el INSS inició un acoso brutal contra mi persona, instándome a que aceptara la prestación inferior, hasta el punto de que enviaron a mi dirección, dirigida a mis familiares, una carta de mi defunción. Indignada, horrorizada, al borde del infarto, fui al INSS con tal macabra notificación y me dijeron que lo habían hecho porque la caja les había devuelto el dinero de mi pensión.

Al poco, me restauraron la otra paga, y me enviaron una carta exigiéndome que les devolviera 192.963 pesetas que, supuestamente, yo había cobrado por invalidez. De nuevo me presenté allí, con documentos de mi cuenta donde constaba que no había cobrado un duro de dicha paga.

Al cumplir los 60, el setiembre pasado, solicité pensión por jubilación. Tramité todo el papeleo con Inglaterra, y me dijeron que lo enviarían directamente al INSS y cuando tuvieran su contestación me lo harían saber. Me presenté en el INSS y me confirmaron que Inglaterra esperaba su respuesta, que no tardarían más de dos meses, y que entonces cobraría 63.000 pesetas, el salario mínimo interprofesional.

Los meses transcurrían y nada. Yo telefoneando, yendo allí y la misma contestación: esperan que Inglaterra les diga algo. Yo les digo que es Inglaterra la que espera su respuesta, pero no hay manera de entenderse.

Pasados unos meses, recibo una medida provisional por la que se me otorgaba una pensión mensual de 14.655 pesetas.

Hace una semana, escuché por la radio una entrevista al presidente del Gobierno, Felipe González, donde decía que nadie en España cobraba pensión no contributiva por debajo de 25.000 pesetas.

Estoy realmente perpleja por todo lo que me está pasando desde hace seis años que empezó esta pesadilla. No es justo. Durante muchos años yo he contribuido a levantar este país, enviando divisas, trabajando duro.

A los funcionarios públicos les ruego que sean más amables, eficaces, y menos prepotentes. Tendrían que aprender de alemanes, ingleses y franceses a ser serios y educados, y sobre todo rápidos al ejecutar su trabajo.

Siento enorme tristeza a la vez que impotencia al ver con qué inhumanidad se nos trata a los españoles cuando reclamamos nuestros derechos en este país.-Laura Santiago Urbano Cerdanyola del Vallès (Barcelona)

No comments: